05 abril 2006

Faltan 220 días


Han pasado varios meses, Él sigue solo. Ha salido con algunas amigas, conoció a una niña que le gusta, pero no tanto como para arriesgarse. Además, le está gustando vivir solo, ser dueño de casa. Se siente bien, está contento.
Un día equis suena su celular temprano en la noche. Es Élla. Conversan largo rato. Las llamadas se repiten, se intercambian dirección del messenger. Chatean todos los dias, a veces mucho, otras veces la carga laboral permite sólo un saludo. Él se siente bien sólo con ver que Élla está ahí. El chat le permite ser más osado, se arriesga más. Eso le gusta a Élla.
Se ven un par de veces en que Élla viaja a ver a su familia. Pronto Él acepta las invitaciones de Élla y viaja a visitarla. Los viajes se hacen algo más frecuentes. Los meses pasan rápido.
Finalmente Él decide no seguir perdiendo el tiempo. Está invitado a pasar el año nuevo en santiago, así que piensa que será la ocasión ideal para formalizar la relación. Él quiere hacer las cosas bien con Élla, a la antigua, tener las cosas claras, quiere pedirle pololeo. Para no enredarse de nuevo planea sólo darle un beso durante el abrazo de año nuevo, solo un beso, las palabras vendrán después. Minutos antes de la medianoche suben a la azotea del edificio donde vive Élla. Desde allí observarán los fuegos artificiales. Él se ríe para sus adentros, piensa que será "aparatoso", muy de película; ¿romántico? quizás..... ¿anecdótico? seguro que sí.
Llega el momento y, obviamente, el alboroto de los saludos, champañas y buenos deseos estropea sus planes. Pero la noche recién comieza y él se toma a pecho eso de "año nuevo, vida nueva". Salen a celebrar, piden un mojito cubano, bailan, se rien, lo pasan bien juntos. En un momento Él logra llevar la conversación en la dirección favorable a sus planes. Finalmente lo logra, son formalmente "pololos". Llega el momento del primer beso...... bueno, Él ha dado besos mejores, pero está falto de práctica... al final no importa, tienen todo el tiempo por delante para practicar.
Tercer día de pololeo, Él está solo, de vuelta en la ciudad que lo acogió. Tiene sentimientos encontrados, está feliz por tenerla a Élla como polola, pero le pone triste la distancia que los separa. El tiempo transcurre, cumplen los primeros meses de pololeo, pero sacan cálculos: el tiempo efectivo que han estado juntos son de una decena de días. Surgen dudas, ¿cuánto tiempo se podrá sostener esta relación? No le ponen metas, sólo la dejan ser. Tratan de pasar juntos el mayor tiempo posible, pero a veces no se ven en tres semanas. Planean pasar juntos unos dias de vacaciones en unas playas de Brasil. Sobreviven a verse las veinticuatro horas por más de diez días, y lo celebran. Pasan juntos más fines de semana, pasan juntos más vacaciones. Se cumplen años de pololeo, ¿cuanto tiempo efectivo han pasado juntos? La respuesta ya no les preocupa.
Se acerca el cumpleaños de Élla. Él lleva tiempo pensándolo, hacerle un regalo especial, una joya, un anillo, una ilusión. Extraño regalo, piensa, considerando que la mitad del regalo es para Él mismo. Llega el día, él disimula el pequeño joyero en un envoltorio grande. Finalmente Élla descubre el verdadero regalo. Celebran con champaña.
Tiempo después Él sale con un amigo a un pub. El amigo no pierde oportunidad de cortejar a alguna mujer de su gusto. Él le sigue la corriente, terminan compartiendo una mesa con dos mujeres solteras. Salen a bailar. Él se da cuenta que baila más relajado. Antes le preocupaba mucho causar buena impresión a alguna mujer que recién estaba conociendo. Ahora le da exactamente lo mismo, Él ya tiene a una mujer, así que se permite ser egoista y disfrutar. Curiosamente causa mejor impresión. Sentados a la mesa, una de las mujeres solteras indica a su anillo y le pregunta si su novia no se enoja porque Él salga solo. A Él le parece absurdo, sabe que Élla también sale con amigas. Si existiera desconfianza no habría relación, así de simple.
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esta historia continuará