20 septiembre 2006

Faltan 45 días

Es muy probable que si un viejo conocido se encuentra casualmente contigo en la calle y te desconoce, al momento de saludarlo te dirá: "Bah! no te reconocí........... ¿te irás a casar?"
Para mí esto no eran más que mitos de la cultura popular, pero cuando dudaron aceptarme un cheque en un negocio porque no me parecía a mi cédula de identidad, empecé a creer que podía ser cierto. Y cuando en el banco, y por el mismo motivo, me entregaron con desconfianza un talonario nuevo, confirmé que es muy probable que uno cambie cuando se va a casar..... ¿será el amor que lo cambia a uno? .... jajaja.... no lo sé, pero al menos en mi caso sé cuales son los cambios: ya no uso barba, ya no uso lentes, he bajado unos 5 kilos, no me he cortado el pelo.

Gracias a todo eso, según lo que me dicen, es que me veo más joven que en mi carnet (ojalá dure el milagro).

Siguiendo con esta bitácora, debería contar acerca de la compra de mi pingüino (me refiero a mi traje de novio, jeje), contar de los recuerdos que elegimos para los invitados, contar de la decisión de mi novia de comprar departamento (por fin !!!!!), contar de mi visita al médico, de los partes que aún no enviamos, de nuestas conversaciones acerca de la planificación familiar, de los trámites que faltan, los días que se nos pasan volando, del nuevo hogar de Zul, de los invitados que se descuelgan y nuestras últimas actividades como "solteros"................. pero es tanto lo que hay que contar que deberé priorizar (y tratar de sacar la vuelta lo menos posible en la pega) :

Me acuerdo cuando chico que cuando alguien se casaba, a la salida de la iglesia los niños pedíamos a gritos "¡los cuartillos, padrino!" hasta que el susodicho dejaba de hacerse el desentendido y lanzaba monedas al aire, las cuales afanosamente buscábamos a tientas en el suelo, esperando que entre las de $1.- se hubiese infiltrado una de mayor valor, lo cual raramente pasaba. "Cuartillos", le decian también a un arreglo con florecitas artificiales y una cintita impresa con fecha y nombres de novios y padrinos que éstos últimos prendían en las solapas de los invitados a modo de recuerdo. Hoy no sólo nadie lanza monedas, sino que los cuartillos han mutado en recuerdos que pueden ser desde un chocolatito, una velita, una figurita... hasta una joya de cierto valor. Nosotros en un principio nos habíamos entusiasmado por una botellita de vino con la etiqueta impresa con nuestros nombres y fecha (fotos no, gracias), pero al final optamos por un producto más representativo de esta zona: un frasquito de mermelada. Lo que no sabíamos, es que amigas de mi futura suegris están más entusiasmadas con el matrimonio que nosotros, por lo que se han ofrecido para confeccionar gratis arreglos florales, azahares (tb. conocidos como cuartillos), saquitos de la abundancia (como recuerdos), etc, etc, etc.... Pero nos parece que es demasiado. Así que agradeciendo sus nobles intenciones, decidimos aceptar sólo los azahares para que los regalen los padrinos; mientras que los novios regalaremos las mermeladitas.


...continuará...