26 septiembre 2006

Faltan 39 días

Acabo de redactar mi carta de renuncia.
Claro, era algo sabido, desde hace meses, incluso antes de fijar La Fecha. Cuando decidimos casarnos, lo primero que evaluamos fue ¿dónde vamos a vivir? Para mí no fué difícil decidir que podía renunciar, dejar todo y seguir a mi futura mujer donde ella eligiera. Y es que por mi profesión (arquitecto) puedo ejercer en cualquier ciudad o pueblucho de este largo país. Pero las cosas no son tan fáciles para la novia del año... si élla (civil informático) llegara a encontrar trabajo fuera de la capital, no aspiraría a ganar ni la mitad del sueldo que actualmente gana (con mucho sacrificio, doy fé de ello). Entonces, la oferta laboral para ambos está en la Metrópolis, y como digo, en aquella ocasión fue para mí bastante fácil tomar la decisión. Pero hoy, aunque ya todo está decidido, arreglado, conversado con mi jefe, oleado y sacramentado...... me dolió la guata mientras redactaba mi renuncia. Es cierto, esta no es la mejor empresa para trabajar, ya no hay mucho más que aprender, a veces es apestante, esclavizante...... pero gané buena plata..... Y ahora, mientras redactaba mi renuncia, no podía dejar de pensar en lo que viene, porque ¿qué viene?......... Es cierto que tengo mis ahorros, puedo sobrevivir mientras encuentro trabajo, lo cual no debiera demorar, porque tengo buen currículum, y si no encuentro, siempre puedo tratar de independizarme y ser mi jefe. De hecho ésta es la idea que más me entusiasma.... pero existe un problema: no me sé vender. Entonces necesitaría un socio, alguien que haga las gestiones, que engrupa al cliente... o bien, deberé aprender...¿dónde se aprende eso?
En un principio, pensé en dejar mi pega unos tres meses antes de casarme, irme a santiago y buscar trabajo, con la esperanza de ya estar contratado cuando me casara... pero luego deseché la idea y decidí trabajar hasta la última semana. De alguna manera supuse que no encontraría un nuevo trabajo muy luego, por lo tanto, dentro de todas las preocupaciones de preparar la boda, iba a estar angustiado buscando pega. Y si tenia la suerte de encontrar trabajo al tiro, iba a tener que pedir permiso para casarme y dejar la luna de miel para quizás cuándo... además de tener que invitar al nuevo jefe....
Así pues, acá estoy ahora, preparándome para oficializar mi renuncia. Dentro de un mes seré un desempleado más. Pero no debo dejar que eso me afecte. Para evitar la angustia recordaré todas las trasnochadas, todos los proyectos que hubo que rehacer por culpa de mi jefe, todos los fines de semana trabajando a full....
Y crees que eso te va a ayudar ?? , pobre iluso, como si fueras a encontrar un trabajo donde eso no pase....
Mi conciencia no ayuda, mejor me concentraré en los preparativos y tomaré con humor cada vez que alguien me diga que voy a ser mantenido por mi mujer....